Templarios en España. Crónicas del Camino


En estos primeros días de agosto se sigue notando la diferencia en la menor afluencia de peregrinos con respecto al mismo mes de agosto del pasado año, de vez en cuando pasa algún peregrino extranjero, de Italia, Alemania, Inglaterra, pero la mayoría de nacionalidad española, con todo ellos o con la mayoría conversamos y les explicamos nuestra labor y por último el ritual de sellar la Compostela.

Gracias a que la Iglesia está abierta también vienen personas interesadas en el arte y la cultura, algunas expresamente a ver la pila bautismal del siglo XII, otros a contemplar la belleza de la Iglesia de Redecilla del Camino, pero nuestra mayor satisfacción es cuando llegan por la tarde los que se han quedado en albergues de la localidad y se introducen en el espacio sagrado que es la Iglesia y tienen la oportunidad de tener su momento de oración en soledad y después una grata conversación con alguno de los que estamos allí en ese momento, el martes día 5 tuvimos la oportunidad de charlar y compartir experiencias con cinco peregrinos que se quedaron alojados en el albergue de la localidad.

Lo que si estamos observando este año es que el peregrino va con más prisa, se detiene poco, entra en la Iglesia, sella rápido y se marcha, son pocos los que valoran tener la casa de Dios abierta desde las 7 de la mañana para que puedan tener la oportunidad de presentarse a El al inicio de una dura etapa, quizás algún día sepan lo que han perdido.

El jueves día 6 se anima un poco, parece que hay más vida en el Camino, llegan peregrinos de Lérida, Reino Unido, Francia, Pamplona, Valencia, Lérida, vemos un padre con sus tres hijos de entre 7 y 11 años y se ve cara de felicidad en ellos, ojala comprendan pronto el significado de lo que están haciendo.

Continuamos felices con nuestra vocación y pensando ya en la planificación de todo el trabajo que tenemos por delante el año que viene, en breve haremos un adelanto.

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