Templarios en España. Una ofensa sin sentido.


Comenzamos el nuevo año con una nueva ofensa a los sentimientos cristianos, esta vez desde la televisión pública y como no, utilizada a modo de chiste para que el público disfrute de la gracia.

Se da la paradoja que este tipo de ofensas sólo se pueden dar desde países, los occidentales, en los cuales el cristianismo ha aportado una serie de valores que han sido la base de las modernas democracias, valores estos sustentados en esa tradición humanística cristiana que aporta la dignidad humana universal, la libertad individual y la felicidad del individuo siempre basada en la palabra y en las enseñanzas de Jesús.

En alguna ocasión hemos mencionado este tipo de hechos como un acto de mediocridad, de vulgaridad y como no de cobardía, llevado a cabo por personas mediocres que haciendo uso de esa libertad de expresión tan socorrida cuando interesa la utilizan para adquirir notoriedad que de otra forma les sería difícil de tener.


Este año nuevo hemos visto como se ha utilizado en la televisión pública una imagen del Sagrado Corazón de Jesús para hacer un chiste mediocre, no ya con el fin de hacer reír pues la verdad es que la mediocridad del chiste no da para ello, sino con el fin de adquirir notoriedad y generar polémica por una persona que de otra forma no lo hubiese conseguido.

También desde aquí, e inspirados por ese mensaje de Jesús que se basa en el amor al prójimo, la tolerancia la compasión, jamás vamos a pedir que este tipo de actos mediocres se lleven a cabo contra cualquier religión pues sería faltar a nuestras más íntimas convicciones como cristianos, pero ello no obsta para destacar la cobardía de los que haciendo uso de esa libertad atacan u ofenden precisamente a los que del perdón, la compasión y la tolerancia hacen su modelo de vida.

En definitiva es un hecho sin sentido, ofensivo para millones de católicos y que demuestra la mediocridad profesional y moral de quien lo lleva a cabo, teniendo la opción por ejemplo de dar visibilidad a las mujeres que en Afganistán han perdido todos sus derechos, nuestros protagonistas eligieron lo fácil, lo que no supone un riesgo para ellos, como mucho unas simples críticas que les darán esa notoriedad y relevancia social de la que de otra forma carecerían.

Comments are closed.