Templarios en España: Lecciones en el Camino.


Ayer día 28 fue un día en los que nos chocamos directamente con la realidad y pensamos ¿Cómo puede estar sucediendo esto?. Un peregrino se te acerca por la tarde, ves que desea hablar, le escuchas, empatizas con sus problemas que son muchos, te dice que duerme muchas noches en la puerta de una ermita, o en el campo porque va justo de dinero, cuando encuentra un rio se baña en él y de vez en cuando se aloja en un albergue para poder ducharse y dormir en un colchón, todo porque no sabe si le llegará el dinero para llegar hasta Santiago, detrás de ello una historia en la que ha vivido una situación familiar complicada, sin trabajo, a expensas de que le puedan pagar una pequeña ayuda para sobrevivir, lo vemos en una fase de decaimiento total, sin ánimo, sin ilusiones por nada, hablas con él, sobre todo le escuchas, necesita hablar con alguien, le das todo el ánimo del mundo le dices que no se rinda jamás pero al final la realidad es dura, el Camino no te soluciona los problemas, si te ayuda a pensar detenidamente todas las opciones pues tienes tiempo para ello, pero el problema hay que resolverlo cuando todo acabe. No sé si nos estás leyendo pero esta noche nuestras oraciones irán por ti, mucho ánimo y mucha fuerza.

Como decíamos en la última crónica, este año son bastantes menos los peregrinos que recorren el Camino, pero quizás sea más necesario que nunca que estemos ahí, la soledad puede ser un enemigo muy grande y este año es complicado encontrarse grupos de peregrinos en el Camino, los pocos que van lo recorren solos o como mucho en grupos de dos personas, es necesario encontrar a alguien que sabes que se dedica a ti, que su objetivo es estar contigo y ayudarte si lo necesitas, este año más que nunca hay que estar al lado de ellos.

Las fotografías de hoy son de la Iglesia parroquial que custodiamos, es algo que te encuentras en el Camino y que no te esperas, un regalo para los sentidos, todo el que la conoce lo es principalmente por su pila bautismal, pero los retablos de la Iglesia merecen pararse y apreciar cuanta belleza contiene, y sobre todo dediquemos en esa bella iglesia una oración por todas aquellas personas que en estos momentos pasan situaciones que llevan a la desesperación, pidamos para que encuentren su lugar ayudados por el manto protector del Apóstol y por Dios Nuestro Señor.

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